Por Néstor Saracho
Hasta el 12 de enero de 2009, la línea comunal 570, explotada por la empresa Gral. Tomás Guido tenía un boleto único de $0,90. A partir del día siguiente, coincidente con el aumento general en las tarifas de transporte, pasó a tener CUATRO tarifas: $1,10; $1,50; $1,75 y $2. Luego de este injusto aumento, vecinos del barrio de Villa Corina comenzaron a juntar firmas bajo la consigna “POR UN BOLETO UNICO Y MINIMO EN LA LINEA 570”.
Momentos. Estos tres meses de lucha “POR UN BOLETO UNICO Y MINIMO EN LA LINEA 570” están cargados de muchos momentos. Momentos de sorpresa, indignación, alegría, tristeza, incertidumbre, desencuentro, tensión y ________ (poner aquí la palabra que vos quieras).
Este “cumple-mes” puede parecerse a un cumpleaños, un aniversario. Un momento de reflexión, de balance, como cuando uno dice: “este año hice tal cosa, cumplí ciertas metas, me faltó hacer esto o aquello”, pero también existen las autocríticas “podría haber obrado de otra manera” o “debí ser más firme en cierta ocasión”.
Pero mucho ojo, tampoco hay que bajonearse, porque también es un buen momento para pensar en la gente que vale la pena y agradecerles. En este caso corresponde agradecer a todos los vecinos y a todas las vecinas que firmaron las planillas con el encabezado “POR UN BOLETO UNICO Y MINIMO EN LA LINEA 570”. ¡Gracias por el compromiso! El granito de arena que puso cada uno al firmar ya se está convirtiendo en una montañita.
El primer triunfo, gracias a la junta de firmas, fue que la empresa dejó de cobrar los boletos de $1,75 y $2. Esto es un acuerdo de palabra entre el Intendente de Avellaneda y la empresa.
La gran mayoría de las firmas pertenecen a vecinos de los barrios de Villa Corina y Villa Castellino. ¿Será coincidencia que esos dos barrios también dan nombre a las “cabeceras” de recorrido? No creemos que sea casualidad, creemos que estos dos barrios definen, le dan carácter y sentido a esta línea comunal 570. Porque nace allá en el Castellino profundo y porque es la única línea que puede entrar al Complejo Habitacional de Villa Corina.
Además, debemos recordar a los medios de comunicación locales: gracias por darle espacio al tema. A los periodistas, quienes amablemente escucharon explicaciones, argumentos y lamentos.
Recordamos a los trabajadores y trabajadoras de las diferentes oficinas administrativas y a algún que otro funcionario, que nos supieron atender bien.
También están presentes en este “cumple-mes” quienes pusieron un poquito más que un granito de arena. Hubo quienes nos llevamos planillas para completar en nuestras casas y luego las traíamos llenas. Hubo quienes hicimos pintadas y volanteadas, y hubo quienes nos reunimos y nos movilizamos.
Este “cumple-mes” se puede medir en kilómetros recorridos. Se trata de un camino, una senda que se debe transitar para llegar al objetivo, que es: EL BOLETO UNICO Y MINIMO EN LA LINEA 570. Un camino así, con tamaño objetivo, no se recorre solo. También se encontraba caminando hacia el mismo destino, la gente de la Asamblea Popular de Villa Corina. En la primera reunión realizada en la escuela 32, la asamblea compuesta por vecinos de Villa Corina, eligió votar a una Comisión, compuesta por tres hombres y tres mujeres.
Otra cosa que se decidió en esa reunión de vecinos fue realizar un cacerolazo y una concentración frente a la Municipalidad de Avellaneda, invitando a participar a organizaciones sociales. El día de la concentración, un policía sin identificación, le pegó a un discapacitado.
El día de la concentración tuvimos un baldazo de agua fría. la empresa Gral. Tomás Guido, desvió el recorrido al que está autorizado a transitar, evadiendo el barrio más rebelde: Villa Corina. La primera sensación fue de tristeza: “con todo lo que venimos haciendo hemos logrado que el colectivo no entre al barrio”. Luego vino la bronca: “la empresa está tratando de que nos peleemos entre vecinos”. Comenzamos a hacer las denuncias ante todos los organismos donde teníamos presentadas las firmas.
Luego vinieron los primeros contactos con los vecinos de Villa Castellino, quienes también comenzaron a juntar firmas.
Después de 10 días de evasión barrial por parte de la empresa, se volvió a respetar el recorrido. Este fue un momento de euforia y triunfo. Recordamos el momento en que creímos escucharlo pasar por las calles internas… -“no puede ser!”, dijimos… “Sí, sí, está pasando JAJA!” ¡Qué buena sensación! Este había sido el segundo triunfo.
En medio de todo esto existía una amenaza: el intento de “politización” del reclamo vecinal. Queremos explicar el concepto de “politización” que le damos en el barrio. Los vecinos asocian lo “político” con lo “partidario”, entonces, si se “politiza” el conflicto, el reclamo sólo sirve como un pretexto a la oposición partidaria para hacerle lío al gobernante de turno. Y al gobernante de turno tiene se le da la posibilidad de desacreditar al legítimo reclamo, al ser planteado como una lucha partidaria. Esta amenaza fue superada.
Hasta la semana pasada estábamos esperando la respuesta de la Secretaría de Transporte de la Nación, al argumento de: “el aumento lo autorizó Nación”. Principal argumento de funcionarios municipales a la hora de justificar el aumento. La junta de firmas continúa. Estamos realizando reuniones en departamentos y casas de Villa Corina y Villa Castellino organizándonos para ver cómo movernos cuando tengamos la respuesta del organismo nacional: las municipalidades son las encargadas de fijar las tarifas de líneas comunales.
De la empresa Gral. Tomás Guido nos ocuparemos en la segunda parte de este “cumple mes” y explicaremos cómo se desarrolló el reclamo vecinal: ante qué organismos se llevó, fechas y en qué estado se encuentra actualmente.
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